La provincia está a punto de superar la barrera del registro de 20.000 contagios de COVID-19 desde el inicio de la pandemia. La cifra es más que suficiente para graficar que la lucha contra la enfermedad del coronavirus está lejos de haber terminado. Desde el área de Epidemiología del Ministerio de Salud así lo remarcaron al advertir que si la población no cumple con los protocolos de prevención, la aparente situación de control sobre el virus puede volver a desbordarse.
«Estamos dando las recomendaciones de que las reuniones sean al aire libre, que se respete el distanciamiento y el uso de barbijo porque costó mucho que bajara la ocupación de camas en UTI (unidades en terapia intensiva). Eso hay que cuidarlo y evitar que se vuelvan a saturar los servicios», afirmó el jefe del Programa de Vigilancia Epidemiológica, Francisco García Campos.
«No tenemos que llegar a situaciones extremas porque vamos a volver a tener una gran cantidad de casos. Eso es una lógica de cajón», advirtió.
La flexibilización de las actividades que empezó a regir desde el lunes de la semana pasada, como la eliminación del sistema de terminación de DNI para poder ir al centro, shoppings, locales gastronómicos y gimnasios, trajo una suerte de «relajamiento» en el cumplimiento de los cuidados sanitarios. En la capital salteña esa situación quedó a la vista en los locales de comida y esparcimiento y en los súper. No hay dudas de que existe una mayor circulación de gente por la vía pública.
«Entramos en una etapa de distanciamiento, pero no es que estamos liberados para poder circular libremente, entonces hay que mantener los cuidados para que las actividades se puedan mantener, porque tampoco es que podemos sostener la cuarentena eternamente. La gente tiene que colaborar», señaló García Campos.
«La gente está como liberándose. Para el próximo fin de semana largo, el que viene, espero que se tome conciencia sobre los cuidados que debemos tener. Recordemos lo que pasó el Día del Niño, cuando se desplazó la gente por todos lados y tuvimos un pico importante de casos», insistió el funcionario.
Jornada sin fallecidos
Después de 68 días, ayer no hubo registro de pacientes con COVID-19 fallecidos en Salta. Se notificaron 66 casos nuevos, lo que llevó a 19.992 la cantidad de afectados desde el inicio de la pandemia.
Las personas que perdieron la vida por el coronavirus en la provincia son 924.
Del total de nuevos infectados detectados ayer, 21 corresponden a la confirmación de casos sospechosos y tres son contactos estrechos. El resto se encuentra en investigación.
Hay 125 pacientes internados en unidades de terapia intensiva, 49 con asistencia respiratoria mecánica.
Nuevas liberaciones
En la reunión del viernes pasado, el Comité Operativo de Emergencia de la Provincia autorizó la práctica del fútbol 11 en complejos deportivos y ligas barriales, pero con cumplimiento de protocolo sanitario donde no están permitidas las reuniones posteriores, el uso de vestuarios ni concurrencia de público o hinchada. Del mismo modo el boxeo lo será bajo protocolo y sin presencia de público. Se anunció, además, la gestión de la apertura de teatros y centros culturales.
Detectar, una vez por semana
Al menos una vez por semana, las áreas operativas que dependen del Ministerio de Salud en distintos puntos de la provincia tienen que salir a las calles para llevar adelante el programa Detectar. La particularidad en Salta es que a ese dispositivo se le agregó la detección de casos de dengue, chikunguña y zika.
“Consiste en captar personas sintomáticas de COVID-19 con menos de siete días de evolución y cuando hay ausencia de sintomatología respiratoria y estamos en la zona de casos de arbovirus, lo que se hace es derivar esas muestras para completar los estudios de las enfermedades transmitidas por el mosquito”, explicó Francisco García Campos.
Fuente: El Tribuno