Una grave denuncia por parte de los empleados de la empresa FCS Energía, contratista encargada del armado de parques solares en el Proyecto Mariana (propiedad de la minera Ganfeng Litio), expone una situación de explotación laboral sistemática y condiciones de vida inhumanas en el campamento.
La queja principal de los trabajadores se centra en el incumplimiento total de las obligaciones laborales. Los recibos de sueldo reflejan descuentos por jubilación y obra social, pero la empresa supuestamente no realiza los pagos formales a la AFIP ni a la ANSES. Un empleado que lleva dos años y medio en la empresa, afirma que solo se le han realizado aportes efectivos durante unos seis meses y, desde agosto de 2024, no tienen ningún tipo de aporte formal, lo que los deja sin cobertura social ni jubilatoria. Esta situación se agravó con despidos recientes, donde varios compañeros fueron cesanteados sin que la empresa les pagara la liquidación, indemnización ni siquiera la última quincena. El reclamo es claro: a pesar de los descuentos en papel, están trabajando «en negro».
La situación se agrava al describir el alojamiento en el campamento propio de FCS Energía, calificado como «muy precario» y «malísimo». Este se encuentra adyacente al parque solar, muy lejos de las instalaciones de la minera madre.
En materia de higiene, las condiciones son deplorables: las duchas y baños están rotos, no hay agua corriente por la noche, y escasea el agua caliente, provocando enfermedades cutáneas y hongos en los pies. Los alojamientos no se quedan atrás, con colchones, sábanas y colchas en estado deplorable, muy sucios y que causan problemas de sarpullidos, sin ser reemplazados durante meses.
A la indignidad se suma la alimentación: la comida es «muy precaria» y han tenido que consumir carne en mal estado. Un incidente reciente provocó la intoxicación del 90% del personal, lo cual se atribuye a la falta de cámaras de frío para el almacenamiento adecuado de los alimentos. Además, el campamento carece de servicios básicos como gimnasio o salas de recreación.
Los trabajadores aseguran haber elevado sus reclamos por estas violaciones a la ley laboral y a la dignidad humana a múltiples organismos, incluyendo el gremio UOCRA, el Ministerio de Trabajo y la propia Minera Ganfeng Litio (el cliente principal). A pesar de los esfuerzos, los denunciantes afirman que la situación sigue sin resolverse, insinuando que sus problemas están siendo «tapados». Los empleados exigen la inmediata intervención de funcionarios políticos para que «nos den una mano» y garanticen el cumplimiento de sus derechos.