El juez de Violencia Familiar y de Género de Metán, Carmelo Paz, ordenó mantener vigentes las medidas ordenadas en el marco de una causa originada por la denuncia de una mujer.
Se había ordenado con anterioridad la exclusión del hogar del denunciado, que debía abandonar de inmediato el domicilio de la víctima, y tenía prohibido ingresar o acercarse a la vivienda y a la denunciante, en un radio de 200 metros.
También se intimó al hombre a abstenerse de ejercer actos de violencia física o psicológica en contra de la víctima y su grupo familiar, de proferir insultos, realizar llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto o publicar en redes sociales, palabras agraviantes, insultar, herir y/o realizar amenazas descalificantes hacia la misma. Tampoco podrá consumir bebidas alcohólicas ni drogas, o usar armas.
Además se había ordenado rondas periódicas diarias por parte de la policía en el domicilio de la víctima.
Al momento de mantener la vigencia de estas medidas, el juez dijo que el informe socioambiental practicado no demuestra el abandono del hogar que se le endilga a la denunciante, y corrobora el clima de violencia que ella padecía, lo que se vio resaltado además por el testimonio del primer hijo de la mujer, que dio cuenta que para evitar problemas con su padrastro tuvo que irse del hogar a los 6 años.
