La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre en otoño e invierno, afectando principalmente a menores de 1 año. Causada por diversos virus, el más común es el Sincicial Respiratorio.
Inflama los bronquiolos, dificultando la respiración. Se manifiesta con agitación, tos, decaimiento y dificultades para alimentarse o dormir.
No hay tratamientos antivirales, por lo que es importante controlar la respiración y garantizar una buena alimentación e hidratación.
El acceso al Palivizumab se asegura para prevenir hospitalizaciones en prematuros de bajo peso y con cardiopatías congénitas.
Los menores de 3 meses, prematuros y con problemas de salud crónicos tienen mayor riesgo de formas graves.
Medidas para prevenir la bronquiolitis:
1. Mantener la lactancia materna.
2. Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
3. Evitar el humo del cigarrillo y exposición al fuego.
4. Higienizar objetos y superficies del bebé con agua y jabón.
5. Lavado de manos frecuente con agua y jabón.
6. Ventilar los ambientes diariamente.
7. Evitar contacto con personas resfriadas o con tos.
8. Lavarse las manos antes de cuidar al bebé.
9. No asistir al jardín maternal en casos de riesgo.
10. Identificar síntomas como respiración rápida, aleteo nasal, hundimiento del pecho, quejas al respirar, dificultades para alimentarse y cambios en el sueño.
Si sospechas que un bebé tiene bronquiolitis, debes prestar atención a los siguientes signos:
1. Respiración muy rápida.
2. Aleteo de la nariz.
3. Hundimiento del pecho o las costillas al respirar.
4. Quejas mientras respira.
5. Interrupción en la alimentación o dificultad para succionar.
6. Irritabilidad o dificultad para conciliar el sueño.
Recuerda que la bronquiolitis es una afección seria y es importante buscar atención médica si observas alguno de estos signos en un bebé.