Roberto Marcé, secretario del Sindicato de Comercio, compartió su análisis sobre la difícil situación que atraviesan los comerciantes y trabajadores en Metán, destacando el impacto negativo de las políticas económicas y sociales actuales, a la vez que cuestionó la gestión del gobierno de Javier Milei.
En primer lugar, expresó su preocupación por el continuo deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores. Afirmó que los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y subrayó la creciente inflación, que se ha vuelto un desafío constante para las familias de los comerciantes. «Hoy los comerciantes y trabajadores enfrentan una doble problemática: la falta de poder adquisitivo y el aumento constante de los costos», destacó. Según Marcé, la situación se agrava aún más por la escasez de políticas públicas eficaces que fomenten el crecimiento económico local y la inversión en infraestructura.
También hizo referencia a las dificultades para la comercialización de productos debido a los altos costos de transporte, un problema recurrente que afecta tanto a los pequeños comercios como a las grandes empresas. «En Salta, las rutas están en pésimas condiciones, lo que dificulta el traslado de productos esenciales. La infraestructura es un problema constante, que impacta negativamente en la competitividad de los comercios», comentó. Al respecto, añadió que la falta de inversión en infraestructura no solo afecta a los comercios, sino también a la calidad de vida de los ciudadanos, quienes enfrentan un acceso limitado a bienes y servicios.
En cuanto a las políticas económicas del gobierno de Milei, el sindicalista fue contundente al cuestionar la efectividad de las medidas implementadas, afirmando que la situación de los trabajadores sigue empeorando. «El gobierno habla de mejoras económicas, pero la realidad es que los salarios no alcanzan para nada. Los aumentos salariales que se han dado no logran siquiera alcanzar el ritmo de la inflación», subrayó. Marcé también manifestó su descontento por las promesas incumplidas en cuanto a la mejora de las condiciones de trabajo y la creación de empleo formal. «Hoy el trabajo en negro sigue siendo una constante, sigue siendo un problema estructural que afecta a miles de familias», expresó.
Un punto central de su intervención fue la crítica al tratamiento de los jubilados y las políticas de subsidios. Marcé lamentó que los jubilados, especialmente aquellos que dependen de una pensión mínima, estén atravesando situaciones de extrema precariedad. «Los jubilados no llegan a fin de mes. Si no tienen un hijo que los ayude o no cuentan con un ingreso extra, la situación es muy difícil», sostuvo. A lo que añadió que el recorte de subsidios en medicamentos ha empeorado aún más la situación de los más vulnerables.
Por otro lado, el dirigente sindical también se refirió al elevado costo de vida y cómo afecta tanto a los trabajadores como a los comerciantes. «Todo está caro, y las familias no llegan a fin de mes. La gente tiene que recurrir a métodos cada vez más difíciles para poder sobrevivir, como el endeudamiento o la compra de productos a precios exorbitantes», comentó. Marcé destacó que las políticas del gobierno no han sido suficientes para aliviar la carga económica de los ciudadanos, especialmente en una región donde los salarios están por debajo del promedio nacional.
Asimismo, cuestionó la falta de medidas eficaces para frenar la informalidad laboral. Según su análisis, el trabajo en negro sigue siendo un obstáculo para el desarrollo económico y la justicia social. «Si el gobierno tomara medidas para regularizar a los empleadores y garantizar los derechos laborales de los trabajadores, el país podría recaudar mucho más y mejorar la calidad de vida de miles de familias», expresó.
A pesar de la situación adversa, Marcé subrayó el esfuerzo del Sindicato de Comercio por continuar brindando apoyo a los trabajadores, especialmente en épocas de fin de año, cuando la tradicional entrega de bolsones navideños sigue siendo un alivio para las familias de los empleados. Sin embargo, reconoció que los altos costos y los retrasos en los pagos por parte de algunos empleadores complican la gestión del sindicato, que se ve forzado a operar con recursos limitados. «A pesar de la crisis, seguimos trabajando para darles a nuestros afiliados lo que necesitan. Somos un sindicato austero y eficiente, y sabemos que nuestra principal responsabilidad es cuidar a los trabajadores», señaló.
Marcé también hizo referencia a las mejoras en la infraestructura del sindicato, destacando la ampliación de las sedes en diferentes localidades y el compromiso con la capacitación y el bienestar de los trabajadores. A pesar de las dificultades, el sindicato sigue apostando por la unidad y el trabajo conjunto para enfrentar los desafíos del presente.
Finalmente, hizo un llamado a la solidaridad y la esperanza, invitando a los comerciantes y trabajadores a mantenerse unidos frente a las adversidades. «El 2025 debe ser un año de cambio. Estamos atravesando una de las peores crisis económicas de la historia, pero con el compromiso de todos podemos superar este momento difícil», concluyó.