Un grupo de madres de alumnos de primer grado de la Escuela Marco Avellaneda denunció públicamente una grave situación de violencia que estaría ocurriendo dentro del establecimiento escolar. Aseguran que sus hijos son víctimas de maltrato físico y psicológico por parte de alumnos mayores y que, pese a reiterados reclamos, aún no se tomaron medidas concretas por parte de la institución.
Según relataron, los hechos vienen repitiéndose desde hace al menos tres semanas. Los niños afectados, de apenas cinco y seis años, habrían sido agredidos dentro del baño escolar por alumnos de cursos superiores. Algunas de las agresiones señaladas incluyeron golpes, empujones y ataques con objetos como botellas y tazas. Una madre denunció que su hijo fue golpeado en la cara con una taza, otra indicó que su niño recibió un botellazo en el estómago, mientras que otros menores habrían sido mojados y golpeados reiteradamente.
“Mi hijo tiene pánico de venir a la escuela. Llora, grita, me pide que me quede con él en la puerta”, expresó una de las madres con visible angustia. Otras coincidieron en que los niños presentan un rechazo creciente a asistir al establecimiento y que, incluso, uno de ellos ya manifestó terror al ingresar. “Antes venía contento, pero desde que comenzaron estos episodios dice que no quiere ir más”, agregó otra mamá.
Ante la falta de respuestas institucionales, las familias decidieron visibilizar la situación a través de los medios de comunicación. “Hicimos varias actas, ya vamos por la cuarta. Pedimos que citen a los padres de los agresores, que pongan un adulto en el baño durante las clases. Pero lo único que hicieron fue cambiar el horario de recreo”, expresaron.
Las madres manifestaron sentirse desprotegidas por las autoridades escolares. Indicaron que sus denuncias no activaron protocolo alguno, y que en muchos casos no recibieron información oficial sobre lo ocurrido con sus hijos. “El viernes a mi hijo lo golpearon en el baño y recién el lunes pude hablar en dirección. Nadie me informó nada”, sostuvo una madre.
Además, las familias denunciaron que no conocen la identidad de los alumnos que estarían agrediendo a los más chicos y que tampoco fueron convocadas reuniones efectivas para abordar el problema. En algunos casos, los menores agredidos habrían reconocido a sus agresores, pero no se avanzó en citaciones ni sanciones. “Sentimos que minimizan la situación. Lo único que pedimos es que nuestros hijos estén seguros”, dijeron.
Una de las preocupaciones señaladas por las madres es que entre los alumnos de primer grado hay niños con condiciones especiales, como trastornos del espectro autista, y temen que puedan ser también víctimas de violencia.
Las familias exigieron al Ministerio de Educación que tome intervención directa. Aseguran que si la situación persiste sin respuestas, avanzarán con acciones legales y denuncias formales. “No podemos seguir enviando a nuestros hijos con miedo. Esta situación debe frenarse ahora”, concluyeron.
Hasta el momento, desde la dirección del establecimiento no hubo una respuesta pública sobre el reclamo. Las madres adelantaron que continuarán organizadas y no descartan nuevas medidas para visibilizar lo que consideran una situación insostenible.