El primero de octubre comenzó la búsqueda de pacientes sintomáticos compatibles con dengue, zika, o chikungunya, dado que la población de mosquitos aumenta en este periodo.
Transcurridos 40 días, el jefe del programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores y otros Reservorios del Ministerio de Salud Pública, José Serrat, afirmó que “hasta el momento no tenemos ningún caso confirmado de enfermedades transmitidas por mosquitos, como dengue, zika y chikungunya”.
Además, dijo que desde el inicio de esta campaña -en la semana epidemiológica 39- “se notificaron 62 pacientes sospechosos con síndrome febril agudo inespecífico, de los cuales 51 ya fueron descartados por laboratorio y 11 están en estudio”.
El funcionario explicó que, en el caso de los pacientes sospechosos, se realiza un bloqueo focal en su domicilio y zonas aledañas que consiste en un trabajo mancomunado entre efectores municipales, agentes sanitarios del hospital local y personal del programa nacional de Control de Vectores.
“Cada uno cumple un rol diferente. El agente sanitario sigue al paciente y busca personas febriles; los efectores municipales controlan el foco y eliminan todos los recipientes que pueda contener la larva del mosquito y desde Vectores de la Nación se controla el foco y se aplica el control adulticida, es decir la pulverización con insecticidas”, manifestó Serrat.
Agregó que se emplearán otros métodos para identificar la presencia del mosquito, como la Vigilancia Entomológica con Ovitrampas y el Levantamiento Rápido de Índices de Infestación de Aedes aegypti (LIRAa).
El profesional expresó que las ovitrampas ya se están implementando en la ciudad de Salta, Tartagal y Orán; mientras que el LIRAa está planificado para la primera semana de diciembre. “Esta vigilancia implica separar en estratos a las áreas operativas y salir a tomar muestras casa por casa”, indicó.
Articulación con los municipios
Como todos los años, el Ministerio de Salud Pública firmó un convenio con 25 municipios para el control y la prevención de las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti.
Entre las acciones incluidas en el convenio se destaca el descacharrado y la capacitación comunitaria en la problemática.
Serrat, informó que el descacharrado se realizó -hasta el momento- en más de 116.500 viviendas de la provincia, donde se eliminaron los recipientes en desuso que pueden ser refugio para los mosquitos.
Además, indicó que -mensualmente- especialistas de la Coordinación Epidemiológica supervisan las distintas áreas operativas a fin de visualizar el trabajo en territorio.
“Estamos trabajando activamente con los municipios y, se remarca constantemente, la necesidad de que la comunidad tome conciencia y elimine todos los objetos o cacharros que no utilicen para que el mosquito