Replantear los modelos pedagógicos: clave para conectar con los nativos digitales
“Es urgente replantear los modelos pedagógicos para conectar con nativos digitales”, afirmó el educador mexicano Maurilio Suárez en el V Seminario de Innovación Educativa.
En el marco del V Seminario de Innovación Educativa, organizado por Ticmas, el reconocido educador mexicano Maurilio Suárez realizó un llamado a transformar los paradigmas educativos actuales, destacando la necesidad de implementar el enfoque STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y su variante STEAM, que incluye las artes, como una herramienta clave para la formación de las nuevas generaciones.
Durante una entrevista moderada por el profesor Oscar Colorado, Suárez enfatizó que los modelos pedagógicos tradicionales se encuentran en un estado de “distanasia”, una analogía con la prolongación artificial de algo que ya no tiene viabilidad. “El maestro ya no es el poseedor del conocimiento. Su rol es guiar y enseñar a discernir críticamente”, afirmó.
Con más de 25 años de experiencia en la docencia y proyectos educativos desarrollados en cinco países, Suárez explicó que el enfoque STEM está diseñado para responder a las necesidades de los nativos digitales, generaciones que han crecido con el Internet como parte de su realidad. Según el experto, los estudiantes actuales requieren metodologías “CAR”: cooperativas, activas y reflexivas, que promuevan el aprendizaje basado en problemas y proyectos.
La transformación desde las aulas
Maurilio Suárez subrayó que el éxito del enfoque STEAM radica en su implementación junto con un cambio en la cultura pedagógica de las instituciones educativas. Señaló que no basta con incorporar laboratorios tecnológicos o estrategias aisladas, ya que sin un rediseño integral, el impacto será limitado. “Reducir el STEAM a clases de robótica o computación sería un grave error”, advirtió.
Durante el encuentro, también se abordaron los desafíos que enfrentan los docentes para adaptarse a este nuevo paradigma educativo. Suárez destacó que los profesores deben convertirse en facilitadores del aprendizaje, fomentando el pensamiento crítico y la capacidad de evaluar información en un mundo donde el conocimiento está a un clic de distancia.
El enfoque STEAM no solo busca modernizar las herramientas de enseñanza, sino que promueve un aprendizaje colaborativo en el que los estudiantes son el centro del proceso. “El nativo digital responde cuando logras captar su atención con mensajes cortos, poderosos y metodologías activas”, explicó Suárez, quien instó a los educadores a trabajar en equipo y aprovechar los recursos tecnológicos disponibles.
Finalmente, el educador reflexionó sobre la necesidad de un cambio de mentalidad en las instituciones y entre los propios docentes. “Adaptarse es la clave. La pandemia ya nos mostró que quienes no lo hagan, quedarán fuera del sistema educativo actual”, concluyó.
El seminario, que reunió a expertos, docentes y entusiastas de la educación, dejó en claro que el futuro de la enseñanza pasa por replantear los métodos tradicionales y abrazar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y enfoques pedagógicos innovadores.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de 65 años y un escéptico de la pandemia, dijo este martes a la prensa que la prueba de coronavirus que se realizó dio positivo.
La alarma sobre el estado de salud del mandatario saltó el lunes cuando Bolsonaro comentó a sus seguidores, a la llegada a su residencia, que se había realizado una placa en los pulmones y se iba a hacer un test del covid.
«Estoy bien, estoy normal, en comparación a ayer, estoy bien. Estoy hasta con ganas de caminar, pero por recomendación médica no la haré», dijo Bolsonaro, quien añadió que la fiebre había bajado a 36º, frente a los 38º que presentaba el lunes.
El presidente se está tratando con hidroxicloroquina, un fármaco del que es un fiel defensor a pesar de que no se ha comprobado su efectividad para combatir el virus.
El pasado fin de semana, Bolsonaro y varios de sus ministros almorzaron con el embajador de EE.UU. en Brasil, Todd Chapman. Todos posaron sin mascarilla y sin respetar la distancia social.
«No hago milagros»
Durante estos meses, Bolsonaro no ha cumplido con las recomendaciones sanitarias y ha asistido a numerosos actos públicos sin mascarilla, sin respetar el distanciamiento social y provocando aglomeraciones entre la población.
Además, se ha opuesto al cierre de los comercios y a las cuarentenas. Con país 1.623.284 infectados y 65.487 muertos en el país, el mandatario ha flexibilizado la ley sobre el uso de la mascarilla en lugares públicos como medida preventiva para evitar los contagios.
El hecho de que Bolsonaro nunca lleve mascarilla en Brasilia, de uso obligatorio en la capital desde el 30 de abril, llevó a un juez federal a obligarle a utilizarla en espacios públicos, pero otra magistrado anuló el fallo días después al considerarlo «innecesario».
Desde que comenzó la pandemia, el presidente ha dejado una buena colección de frases en las que ha menospreciado la situación. «¿Qué quiere que haga? Soy Mesías, pero no hago milagros. La vida es así», dijo al ser preguntado sobre las muertes por el virus, y refiriéndose a su segundo nombre, Mesías
«Mañana seré yo. Lógicamente, uno quiere tener una muerte digna y dejar una buena historia», añadió.
Tres pruebas previas
El mandatario se había realizado tres pruebas previas de detención del coronavirus, pero no quiso hacer públicos los resultados. En mayo, el diario O Estadao de S. Paulo exigió conocer las pruebas y la Corte Suprema obligó presentarlas al Gobierno. Todos los resultados dieron negativos.
Una de las pruebas realizadas a Bolsonaro se hizo en marzo después de un viaje oficial a EE.UU.. Durante ese mes, al menos 23 personas que participaron en el viaje e hicieron el test dieron positivo de coronavirus, entre ellos, el secretario de Comunicación de la Presidencia, Fábio Wajngarten.
La gestión de la crisis por parte de Bolsonaro, que ha calificado la pandemia de «gripecita», provocó la salida de dos ministros de Salud, uno fue despedido y el otro dimitió.
También ha protagonizado toda una serie de encontronazos con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha ignorado las medidas aconsejadas por el organismo internacional.