Después de seis años, el Festimiel volvió a celebrarse en la cancha de la Liga Metanense de Fútbol, transformándose nuevamente en el epicentro de la cultura y el turismo. En su 10ª edición, el evento se consolidó como el más grande del sur de Salta, con más de 13.000 asistentes, superando ampliamente a otros festivales locales y alcanzando una magnitud solo comparable con la Chaya Rosarina, el único evento de similar envergadura en la región.
El escenario Oscar «Chato» Bazán se vistió de gala para recibir a grandes artistas nacionales y locales. El Chaqueño Palavecino brindó un show único y espectacular, regalando al público una noche llena de emociones y folclore con su inconfundible voz. Lázaro Caballero, oriundo de Formosa, dio todo y más, conquistando a los asistentes con su estilo chaqueño y su energía. Además, Iván Ruiz, siempre esperado en el Festimiel, demostró una vez más por qué es una figura tan querida, conectando de manera especial con el público. La sorpresa de la noche llegó cuando, mientras Lázaro cantaba, el Chaqueño se copó y decidió subir nuevamente al escenario, para deleitar a todos, incluso al cantante formoseño, quien no esperaba su regreso. Este inesperado momento sorprendió a los presentes, que ya pensaban que el artista se había despedido.
El humor estuvo a cargo de Laisa Piqué, quien arrancó risas durante toda la jornada. La banda Chirettes, con su propuesta, encendió el ambiente con su espíritu festivo, y David Leiva cerró con broche de oro, poniendo a todos a bailar al ritmo de su cumbia salteña.
El aporte de los artistas locales y las academias de danza de la región fue fundamental para mantener viva la esencia cultural del evento. Los bailarines llenaron el escenario de color y tradición, recibiendo ovaciones del público que valoró su talento.
El clima, que en noches anteriores había sido lluvioso en Metán, estuvo a favor en esta ocasión. La noche del domingo se presentó ideal: sin una gota de lluvia, con el cielo estrellado y una luna hermosa. La gente disfrutó y bailó hasta el amanecer, haciendo de esta edición del Festimiel una experiencia inolvidable.
Impacto económico y social
El Festimiel no solo destacó en lo cultural, la planificación permitió impulsar el desarrollo local, dinamizar la economía y apoyar a los emprendedores de la región ya que tuvieron la oportunidad de ofrecer sus productos en el predio, mientras que el sector gastronómico y hotelero vio un aumento en su actividad. Los centros vecinales también participaron, gestionando el estacionamiento y obteniendo ingresos adicionales para sus comunidades.
Para garantizar una jornada segura, más de 130 efectivos de la Policía, bomberos, Protección Civil y Tránsito coordinaron un operativo de seguridad con dos anillos de control alrededor del estadio. El acceso principal fue por la calle Hipólito Irigoyen, con controles viales en los accesos norte y sur de la ciudad. Se prohibió el ingreso de bebidas alcohólicas y objetos no permitidos, y se habilitaron salidas de emergencia en las calles Alem y Mitre, así como un acceso exclusivo para ambulancias.
El festival que marca la diferencia
El Festimiel no solo es un evento de tradición, sino un verdadero referente cultural y turístico en Salta. Ningún otro festival en la provincia alberga a más de 13.000 personas, consolidándose como el más grande del sur provincial y dejando en claro su importancia para la región. Los asistentes, tanto los que lo viven como una costumbre como aquellos que participaron por primera vez, destacaron la alegría y el compromiso con el que se llevó adelante esta edición.
Desde el municipio agradecieron a todos los involucrados en la organización y ejecución del evento, que ya es un emblema en la provincia. La cita queda abierta para el próximo año, cuando el Festimiel volverá a reunir a miles de almas para celebrar la magia, la tradición y la cultura de esta región.