La lectura como herramienta de transformación individual y social es el eje central del proyecto impulsado por la profesora, Lic. Paola Márquez, quien junto a alumnos del Profesorado de Lengua y Literatura del Instituto de Educación Superior (IES) N° 6021 «Juan Carlos Dávalos», lidera una serie de actividades para fomentar el hábito lector en distintos espacios de la comunidad. La más reciente acción de este proyecto se llevó a cabo en el Hospital del Carmen, donde los estudiantes ofrecieron lecturas y compañía a los pacientes internados.
«Estamos muy emocionados. El hospital nos abrió las puertas y vio en este proyecto una oportunidad interesante para promover la lectura», expresó Márquez, destacando la importancia de brindar un espacio de distracción a las personas que atraviesan largas horas de internación. La idea es simple, pero poderosa: ofrecerles a los pacientes la lectura de cuentos cortos, poemas, y relatos que los ayuden a desconectarse momentáneamente de su situación y encontrar consuelo en las historias.
Este proyecto no solo busca entretener, sino también aportar un sentido de comunidad y apoyo. Los estudiantes de la institución armaron pequeñas bibliotecas con libros donados, muchos de ellos provistos por los propios alumnos, quienes decidieron compartir parte de sus colecciones personales. Estas «pseudobibliotecas» fueron construidas con materiales reciclados, un gesto que también refuerza el valor de cuidar el medio ambiente.
La actividad en el hospital se realizó cumpliendo con todas las normativas requeridas, incluyendo las autorizaciones necesarias, lo que permitió que la jornada se desarrollara sin inconvenientes. Márquez subrayó la importancia de este tipo de iniciativas: «La intención es acompañar a quienes están pasando por un mal momento de salud, ya sea a los pacientes o a sus familiares, ofreciéndoles un momento de distracción a través de la lectura».
Además, luego del evento en el hospital, el equipo se trasladó al hogar de ancianos de la ciudad, donde continuaron con su labor de promoción de la lectura, esta vez enfocándose en los adultos mayores. «El próximo paso fue acompañar a los abuelitos durante la merienda. Les llevamos historias, cuentos cortos, y también actividades como sopas de letras, mandalas y lápices de colores, para que se mantengan entretenidos», explicó Márqueza.
El impacto de estas acciones no se limita a los participantes, sino que también ha tenido un efecto motivador en los propios estudiantes, quienes tras cada actividad realizan un proceso de autoevaluación. «Nos hemos quedado con más ganas, con más entusiasmo. Sabemos que no vamos a hacer un cambio total y absoluto, pero es una forma de empezar, de abrir las puertas a otros mundos que nos brindan los libros», reflexionó la profesora.
Este proyecto, titulado «La lectura como una posibilidad de transformación individual y social», no solo busca fomentar el amor por los libros, sino también mostrar cómo la lectura puede ser un medio para generar pequeños cambios en la vida de las personas, especialmente en aquellos momentos en los que más lo necesitan. Las actividades continuarán en distintas instituciones de la comunidad, llevando el mensaje de que, a través de la lectura, es posible encontrar compañía, distracción y, sobre todo, esperanza.