La Dra. Romina Barboza no se guardó nada y salió al cruce de las críticas que la acusan de obstaculizar el trabajo en la ciudad, especialmente en el ámbito de los locales bailables. Firme en su respuesta, la presidenta del Concejo Deliberante dejó claro que su rol como legisladora no está en contra del trabajo de los empresarios, sino en defensa del orden y la seguridad de la comunidad.
“Lo que se está diciendo por ahí, que yo estoy en contra del trabajo de otros, es completamente falso. Ayer mismo estuve reunida con uno de los inversionistas de un local bailable. Esto no es personal. Esto es un tema de cumplimiento de la ley y el orden, y ese es mi único compromiso, defender las normas que rigen nuestra ciudad», aseguró Barboza.
Explicó que su intervención está completamente basada en una ordenanza del año 2018, que regula los eventos y espectáculos públicos en Metán. “A ver, no soy la enemiga de los empresarios, pero no puedo permitir que se violen las normas. En este caso, la ordenanza es clara: después de las 12 de la noche, después de la culminación de las carpas, no se pueden habilitar eventos bailables. ¿Por qué siguen abriendo boliches después de las 12 si hay una normativa vigente?”, enfatizó.
Barboza no escatimó en críticas hacia los funcionarios que, según ella, desconocen la legislación vigente. “Lamento mucho que algunos concejales y funcionarios no se hayan tomado el tiempo de leer la ley, o peor aún, que se hagan los desentendidos con una ordenanza que está bien clara desde 2018. Yo no voy a permitir que sigan pasando por alto las leyes que deben cumplirse. Mi rol es velar por el cumplimiento de las normas, y eso haré, cueste lo que cueste», agregó con tono desafiante.
«Si no se cumplen las normas, las consecuencias las asumimos todos como sociedad. Pero no vamos a dejar que la irresponsabilidad gane terreno. No hay nada personal en esto. Mi única obligación es defender lo que está bien y exigir que se respete lo que está legislado. Punto», sostuvo.
La polémica se encendió aún más cuando reveló que había citado al Subsecretario de Seguridad, Leonardo Aguirre, y al propio intendente José María Issa, para que se presenten ante el Concejo Deliberante con la documentación correspondiente sobre la habilitación de los boliches. «No hay excusas. Queremos saber por qué se autorizó la apertura de estos locales bailables fuera de la ley. Queremos respuestas. Y si no las dan, las consecuencias serán otras», advirtió, dejando entrever que no dudará en llevar el tema hasta las últimas consecuencias si se determina que hubo irregularidades.
La presidenta del Concejo también mencionó un enfrentamiento con un periodista y ex concejal, quien según ella, intentó desacreditarla: “A mí me molestó mucho cuando un periodista, que además fue concejal, me trató de ‘burra’. Puedo tener muchos defectos, pero mi trabajo lo hago con responsabilidad. Que no vengan a cuestionar mi capacidad por hacer lo que debo hacer. Me exigen que cumpla con mi rol y lo estoy haciendo, pero no me van a hacer callar con comentarios fuera de lugar”, lanzó, sin ocultar su enojo.
Y mientras algunos critican el accionar de la legisladora, Barboza no tiene dudas de que está en el camino correcto. «No voy a permitir que se sigan burlando de la ley. Si alguien se siente incómodo por la responsabilidad que estoy asumiendo, eso ya es problema de ellos. Lo mío es claro; la ley se cumple, y si alguien no la cumple, lo enfrentaremos», cerró con firmeza.
La tensión está en el aire, y lo que parecía ser un desacuerdo administrativo ahora se ha convertido en un verdadero campo de batalla político. ¿Hasta dónde llegará este enfrentamiento? ¿Quién tomará las riendas de la situación? ¿Se tomarán medidas concretas o todo quedará en un tira y afloje político? Lo que está claro es que esta historia no termina aquí y, como siempre, lo que viene podría ser aún más impredecible.