En el corazón de la puna salteña, entre caminos de salares y montañas áridas, se esconde un rincón detenido en el tiempo. A más de 500 kilómetros de la ciudad de Salta, La Casualidad fue alguna vez un pueblo floreciente. Hoy, solo quedan sus ruinas, que atraen a turistas con ganas de vivir una experiencia distinta y llena de misterio.
En las últimas temporadas, los pueblos fantasmas empezaron a ganar protagonismo en el turismo nacional. Cada vez más viajeros se animan a dejar las postales típicas para adentrarse en rutas más inhóspitas, donde la historia y lo extraño se entrelazan en un clima muy especial. Y Salta guarda una de esas joyas ocultas que no deja indiferente a nadie.
Aunque el viaje es largo y la altura puede jugar una mala pasada, llegar hasta allí tiene su recompensa: el silencio, la inmensidad y las ruinas despiertan una mezcla de asombro, respeto y curiosidad en todos los que pisan La Casualidad.

Qué se puede hacer en La Casualidad
Este pueblo fue construido en 1951 para alojar a los trabajadores de una mina azufrera. Tenía escuela primaria y secundaria, hotel, confiterías, cine, teatro y hasta canchas de tenis. También contaba con todos los servicios: electricidad, gas, cloacas, correo y teléfono. En su apogeo, vivían allí unas mil personas.
Tras el cierre de la mina en los años 70, por la caída de la demanda global de azufre, el pueblo quedó completamente abandonado. Hoy, recorrerlo es como caminar por un escenario congelado. Se pueden visitar los restos de las viviendas, el cementerio, la iglesia, la escuela y otros edificios clave. Para quienes disfrutan de la fotografía o del turismo alternativo, es un lugar ideal para dejar volar la imaginación.
Además de la carga simbólica de su historia, el entorno natural es imponente. A más de 4000 metros de altura, la puna ofrece paisajes lunares y cielos infinitos, en un contexto completamente desolado.
Dónde queda La Casualidad
La Casualidad se encuentra en el departamento de Los Andes, dentro de la provincia de Salta. Está ubicada a unos 510 kilómetros al oeste de Salta Capital, muy cerca del límite con Chile.
Es una zona de difícil acceso y no cuenta con señal de celular ni servicios turísticos formales. Por eso, se recomienda viajar con guía o en caravanas organizadas, y llevar suficiente agua, abrigo y alimentos. También es importante tener en cuenta la altitud, ya que puede provocar malestares físicos si no se está preparado.

Cómo llegar a La Casualidad
El camino hasta este pueblo abandonado es tan impresionante como exigente. Desde la ciudad de Salta, se debe tomar la Ruta Nacional 51 hacia el Paso de Sico, atravesando pueblos como San Antonio de los Cobres. Luego, se continúa por la Ruta Provincial 27 en dirección a Tolar Grande, cruzando los salares del Diablo, Pocitos y Arizaro.
Antes de llegar a La Casualidad, pasarás por la estación abandonada de Caipe, otro lugar que parece salido de una película. Desde allí, restan unos pocos kilómetros más hasta llegar a destino. El esfuerzo se ve compensado por una experiencia única en uno de los puntos más desolados y fascinantes del país.