Las comunidades originarias del Chaco Salteño, particularmente en la zona de Rivadavia Banda Sur, atraviesan una dura realidad cada vez que llueve. Las condiciones de las calles en el pueblo y los caminos vecinales se vuelven prácticamente imposibles, dificultando el acceso a servicios básicos como el trabajo, la escuela o el hospital. Las arterias principales se transforman en lagunas, mientras que las vías secundarias se convierten en barro que impiden el paso.
Este escenario de abandono y desidia persiste desde hace casi 24 años, bajo la gestión del actual intendente Leopoldo Cuenca, un político del peronismo que, según denuncian los habitantes, ha hecho caso omiso a las repetidas solicitudes de mejoras. Las constantes peticiones a gobernadores, legisladores y funcionarios nacionales parecen no encontrar respuesta, dejando a los pobladores de Rivadavia Banda Sur sumidos en la indiferencia.
A pesar de los esfuerzos de visibilizar la situación a través de los medios de comunicación, el reclamo no obtuvo soluciones efectivas. Incluso se han hecho investigaciones para determinar el destino de los recursos que ingresan al municipio, pero nunca se ha rendido cuentas claras. A los ojos de la comunidad, el poder político, encabezado por Cuenca, el senador Pablo Lapad y los concejales locales, se encuentra cada vez más alejado de las necesidades de los ciudadanos. Según denuncian, las autoridades priorizan sus propios intereses, mientras los habitantes, tanto criollos como aborígenes, continúan sufriendo las consecuencias de una profunda corrupción.
Un claro ejemplo de esta grave situación fue documentado recientemente por un maestro de la localidad. En un video que se viralizó en las redes sociales, el educador mostró las dificultades diarias para acceder a la escuela 48-20, ubicada en la misión de Rivadavia. El video visibilizó cómo los estudiantes deben cruzar un corte de agua para llegar a la escuela, sin una vía segura de acceso. Los padres, a menudo, deben realizar largos recorridos para poder llevar a sus hijos a clases, un desafío que se complica aún más durante las lluvias.
“Hace años que solicitamos un puente de madera o un tubo para poder cruzar el corte de agua y llegar a la escuela, pero no hemos recibido ninguna respuesta por parte de la municipalidad. Es una situación insostenible y necesitamos una solución urgente”, expresó el docente en el video, quien además solicitó a las autoridades que den una pronta respuesta a la comunidad.
La preocupación es compartida por todos los miembros de la comunidad. “Aquí no solo sufrimos los problemas de infraestructura, sino que también enfrentamos la falta de acceso a derechos básicos. El gobernador, el intendente y el senador, que deberían ser nuestros representantes, parecen no tener ninguna noción de lo que realmente vivimos día a día”, afirmó uno de los vecinos de la localidad.
La situación se agrava al considerar que, a pesar de la enorme fortuna que posee el intendente Cuenca y su familia, los recursos para solucionar estos problemas nunca llegan a las comunidades. En la actualidad, Paola Torres, esposa de Cuenca, es mencionada en las denuncias por ser una empresaria millonaria, propietaria de una flota de camiones. Sin embargo, a pesar de su riqueza y poder, las necesidades básicas de Rivadavia Banda Sur siguen sin atenderse.