Este viernes, la localidad de Río Piedras, donde reside el psicólogo Fernando Serrano Urdanibia, se vistió de luto tras el trágico fallecimiento de un joven que decidió quitarse la vida. Esta pérdida, como tantas otras que golpean a la sociedad, genera gran preocupación y dolor por las decisiones que, lamentablemente, algunos adolescentes parecen tomar. El hecho no es aislado y vuelve a poner en la mesa de debate las complejidades de la adolescencia y los cambios que atraviesan en este período tan delicado de sus vidas.
En una entrevista, Serrano Urdanibia abordó estos temas y explicó que, ante casos como el mencionado, es fundamental comprender las dimensiones de la adolescencia desde un enfoque integral. No se trata solo de cambios biológicos, sino también sociales y emocionales que influyen en el comportamiento de los jóvenes. Explicó que, al hablar de adolescentes, debemos tener en cuenta la multiplicidad de factores que afectan su desarrollo, tales como el entorno familiar, escolar y las presiones sociales.
Uno de los puntos clave que destacó Serrano Urdanibia es la transición del niño a la adolescencia, un proceso que, según el psicólogo, está marcado por lo que Freud, el padre del psicoanálisis, describió como un duelo. Según Freud, el duelo no se refiere solo a la pérdida de un ser querido, sino a cualquier tipo de pérdida emocional, como la que ocurre cuando el niño ve su cuerpo transformarse. En esta etapa, los jóvenes enfrentan la perdida de su identidad infantil, un concepto que, como señalaba el psicoanalista, genera un fuerte impacto psicológico. Este duelo se intensifica por los cambios físicos de la pubertad, como la aparición de los primeros vellos y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Estos cambios afectan tanto la percepción que el adolescente tiene de sí mismo, como la forma en que lo ven los demás.
Serrano Urdanibia citó al filósofo y psicoanalista Claudio Urbano y José Yuni, quien distingue entre la pubertad y la adolescencia. La pubertad es un cambio fisiológico que provoca un duelo por la transformación del cuerpo, pero la adolescencia, según Johnny, es un proceso mucho más complejo, donde el joven experimenta la pérdida de su autoconcepto infantil y comienza a redefinir su identidad. Este proceso incluye la exploración de su propio cuerpo, como el inicio de la masturbación, y la búsqueda de nuevas formas de interacción social, muchas veces marcadas por la presión estética y el deseo de aprobación por parte de sus pares.
El impacto de la tecnología en este proceso es innegable. En la actualidad, los jóvenes tienen acceso constante a las redes sociales y las plataformas digitales, lo que ha generado una sobrecarga de información y una presión por cumplir con ciertos estándares estéticos y sociales. Como menciona el antropólogo Marc Augé, vivimos en una «lógica de tres excesos»: el exceso de información, el exceso de individualismo y el exceso de imagen. Estos factores contribuyen a que los adolescentes se comparen constantemente con sus pares, creando un sentido de insatisfacción que, en muchos casos, puede desembocar en trastornos emocionales.
Otro aspecto señalado por Serrano Urdanibia es el impacto de la figura parental en el desarrollo de los adolescentes. Según el psicólogo, durante la infancia los padres son vistos como figuras de protección y autoridad, pero al llegar la adolescencia, esa percepción cambia. El adolescente comienza a cuestionar las reglas impuestas por sus padres, lo que genera conflictos. El «no» que los padres deben establecer, al ser una herramienta de contención, se transforma en una barrera para el joven, que busca independencia. Este proceso puede llevar a una ruptura en la comunicación, una de las principales problemáticas que enfrentan los adolescentes y sus padres.
La situación se complica aún más en familias separadas, donde los adolescentes deben lidiar no solo con los cambios propios de la adolescencia, sino también con las tensiones familiares. Este contexto, según el psicólogo, puede generar una mayor sensibilidad en los jóvenes, afectando su autoestima y su imagen corporal.
Serrano Urdanibia subrayó que no existe un manual perfecto para ser un buen padre o madre. Cada familia, cada adolescente, tiene su propia dinámica, y las estrategias para lidiar con los conflictos familiares deben adaptarse al contexto cultural y social de cada entorno. En este sentido, el psicólogo advirtió sobre la importancia de conocer a nuestros hijos y fomentar el diálogo. La comunicación abierta y respetuosa es fundamental para prevenir situaciones extremas como las que se vivieron en Río Piedras.
Finalmente, el psicólogo expresó que, ante situaciones de crisis como el suicidio adolescente, es umportante una contención adecuada. Esto implica no solo abordar el hecho con cautela, sino también crear espacios seguros para que los jóvenes puedan expresar sus sentimientos y emociones. «No es necesario dramatizar o difundir excesivamente lo sucedido, porque eso puede tener un efecto negativo sobre otros adolescentes que atraviesan situaciones similares», advirtió Serrano Urdanibia.
Finalmente, sostuvo que como sociedad, es importante tomar conciencia de la importancia de la comunicación, el acompañamiento y el respeto en el proceso de crecimiento de los adolescentes. Solo así podremos prevenir situaciones trágicas como la que nos ha tocado lamentar.